Nuestra piel es mucho más que la superficie externa, es nuestra primera barrera de defensa, la que recibe todas las agresiones ambientales, el roce, el calor y el frío. Cuidarla es imperativo para tener una buena salud y mayor protección, y además, es bastante sencillo, una vez que integras a tu rutina diaria simples acciones preventivas.
Para aprender a actuar a tiempo y tener una piel saludable y sensacional, presta atención a estos consejos.
Cuidados de la piel: Hidratación
Cuidados de la piel: Sudoración
Beber mucho líquido también fomentará que produzcas más orina y sudor, situaciones necesarias para la correcta eliminación de toxinas de nuestro organismo.
Aunque el mercado nos impulsa a utilizar productos antitranspirantes, evítalos cuando te sea posible, dando siempre preferencia a los desodorantes que te ayuden a controlar el mal olor. Los antitranspirantes, como su nombre lo indica, evitan que el sudor salga. El resultado es fácil de adivinar: las toxinas quedan dentro del cuerpo.
Cómo cuidar la piel del sol en verano
Otro aspecto importante en el cuidado de la piel durante el verano es el uso de productos con factor de protección solar. Aunque esté nublado el cielo, aunque estés a la sombra o tengas ropa que cubra tu cuerpo, siempre aplica bloqueador solar. Si vas a asolearte para adquirir un tono más oscuro, hazlo con bronceadores con protección solar adecuados a tu piel y a las condiciones. Repite la aplicación con regularidad: una simple acción como esta previene algo tan tremendo como el cáncer de piel, además de evitar los enrojecimientos y ardores tan molestos de una exposición inadecuada.
Con tan poco podrás hacer mucho. Cuida de tu piel, que es tu principal defensa y relación con el mundo, y tu cuerpo te lo agradecerá en los años por venir.
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